1. Adverbio relativo de lugar que expresa la dirección de un movimiento. Es palabra átona y por ello se escribe sin tilde, a diferencia del adverbio interrogativo o exclamativo adónde (→ adónde). Funciona, a modo de conjunción, introduciendo oraciones de relativo con antecedente o sin él: «Desciende a los infiernos, adonde va a buscarlo la Diosa Madre» (Cousté Biografía [Arg. 1978]). / Fuente: Diccionario panhispánico de dudas RAE

El contraluz de la pintura   

Mara Mira

Decía Susan Sontag en su ensayo ‘Contra la interpretación’: “Desde el punto de vista del espectador la obra de arte es un decorado imaginario para la voluntad”. O expresado de otro modo, solo aquél que se acerca a la obra con la intención de interpretarla encontrará lo que busca. Juan Sánchez (Murcia, 1987), quien en estos momentos expone en T20, lleva a la praxis artística aquello que investiga: la Historia de la Pintura. Se posiciona como artista y su planteamiento le lleva a una profunda reflexión y revisión del lenguaje pictórico sustentando su trama en su devenir temporal. El argumento del que se sirve para esta su primera exposición individual, son los equívocos perceptivos de Kandinsky. Sus malos entendidos para comprender a Monet sobre un cuadro visto en una exposición impresionista en 1895 -no le pareció lo que era hasta que no supo el título, ‘Parva de heno’- son la escusa para plantearse un debate sobre el valor de seguir argumentando la praxis de la pintura desde la ‘pintura’.

Para lograr su propósito y conseguir la presencia única que generan las obras devenidas en objetos planos, se plantea una arriesgada estrategia de trabajo. Sus cuadros se despegan de las paredes ocupando parte de la sala y siempre los ilumina con focos y lámparas desde la parte de atrás. Pero, atención, los lienzos en ningún momento se comportan como biombos decorativos sostenedores de pintura, aunque bien pudieran parecernos sutiles trazos orientales. Tan poco resulta conveniente catalogarlos como esculturas por mucho que ocupen un espacio físico más allá del plano bidimensional de la pared. Lo que este joven artista nos muestra, de manera contundente, son la tripas de la pintura depositada sobre los lienzos.

Por momentos es tal su voluntad de hacernos partícipes de su 'fisicidad' que casi asemejan ser cuadros prestos a ser restaurados vueltos del revés. La pintura es pintura. Todo lo demás estorba. Pero la croma no es nada sin la luz y la contra descubre el lienzo como si de una radiografía se tratara: esqueleto/bastidor, pigmentos/músculos. En este juego de semejanzas la luz ocupa el pálpito latente del corazón como eje de vida en tránsito.

Llevamos siglos contemplando imágenes sobre las paredes, frontalmente. Solo cuando se restaura un lienzo podemos verlo por atrás. Una intención de revelar lo oculto que se lleva a cabo, normalmente, para descubrir las huellas o los de repentes que los artistas ocultaron. Este ‘no ser inesperado’ forja la voluntad creativa de Sánchez. Allá donde nadie mira se cuenta todo. Al ver sus obras recuerdo de nuevo las palabras de Sontag: “Lo que ahora importa es recuperar nuestros sentidos. Debemos aprender a ver más, a oír más, a sentir más”.

MARA MIRA, A veces confundir la Historia ayuda. Juan Sánchez. Galería T20, Publicación en el diario La Verdad, Murcia, 2014.