"Según esta teoría nosotros no deberíamos de comprender a los artistas en cuestión como imitando sin éxito las formas reales, sino como creando con éxito nuevas formas, tan reales como las que nosotros pensábamos que el arte anterior –en sus mejores ejemplosimita de manera creíble. El arte, después de todo, fue largo tiempo pensado como creador (Vasari dijo que Dios era el primer artista), y los post-impresionistas han sido explicados como auténticos creadores, apuntando, según los términos de Roger Fry, “no a una ilusión sino a la realidad"
"Pero ahora Testadura, después de haber participado todo el tiempo de esta discusión, protesta diciendo que todo lo que él ve de la pintura es: un rectángulo blanco con una línea negra pintada en el medio. Y cuánta razón tiene: esto es todo lo que él ve, y no importa lo que otro pueda ver, incluidos nosotros los estetas. Tanto es así que si nos pidiera que le mostremos qué más hay para ver, que le demostremos, mediante nuestras indicaciones, que esta es una obra de arte (mar y cielo), no podríamos acceder a su demanda porque no hay nada descuidado (y sería absurdo suponer que hay descuidada alguna cosa, que habría alguna cosa minúscula que podríamos indicarle de modo que él dijese, después de examinarla: “Sí, ¡eso es!, ¡es una obra de arte después de todo!”). Nosotros no podremos ayudarlo en tanto él no pueda dominar el es de la identificación artística, y por ella constituirla en obra de arte. Si no podemos llevar a cabo esto, él no verá jamás una obra de arte: será como un niño que ve los palotes como palotes.
Pero, ¿qué sucede –dice- con las abstracciones puras?, ¿algo que parezca exactamente semejante a A pero sea titulado Nº 7? El abstraccionista de la décima calle insiste con perseverancia que no hay nada aquí, sino pintura blanca y negra, y que él no desea aplicar ninguna de nuestras aplicaciones literarias. ¿Qué es lo que lo distingue de Testadura cuyos enunciados filisteos son indiscernibles de los suyos? ¿Y cómo aquella puede ser una obra de arte para él y no para Testadura, cuando ellos concuerdan en decir que no hay nada que no encuentre el ojo? La respuesta, impopular, como es probable para los puristas de todos los órdenes, reside en el hecho de que ese artista ha retornado a la fisicalidad de la pintura, a través de una atmósfera compuesta de teorías artísticas y de historia de la pintura reciente y antigua; su trabajo pertenece a esa atmósfera y es parte de esa historia. Él ha realizado la abstracción a través del rechazo de las identificaciones artísticas, retornando al mundo real del cual tales identificaciones nos alejan (piensa él), un poco al modo de Ch’ing Yuan que escribía:
Antes de haber estudiado el Zen durante 30 años, yo veía las montañas como montañas
y las aguas como aguas. Cuando llegué a un conocimiento más íntimo, alcancé un
punto en el que veía que las montañas no eran montañas y que las aguas no eran
aguas. Pero ahora que he alcanzado la sustancia misma, estoy en reposo. Justamente
porque veo las montañas una vez más como montañas y las aguas una vez más como
aguas.6
Su identificación de lo que él ha hecho, depende lógicamente de las teorías y de la historia que rechaza. La diferencia entre su enunciado y aquel de Testadura “esto es pintura blanca y pintura negra y nada más” reside en el hecho de que utiliza todavía el es de la identificación artística, de suerte que su uso de “esta pintura negra es pintura negra” no es tautológico. Testadura no está en ese estadio. Ver alguna cosa como arte requiere algo que el ojo no puede percibir –una atmósfera de teoría artística, un conocimiento de la historia del arte: un mundo del arte."
6 NdT: La frase corresponde a Ch'ing-yüan Wei-hsin (Seigen Ishin) en Ch'uan Teng Lu, 22. (The Way of Zen, 126).
DANTO, Arthur, El mundo del arte.