Some of us were already feeling the necessity to ex-
plore the art that lay between the arts.
Dick Higgins, prefacio a Four Suits.
No parece necesario haber asistido a mu-
chos happenings para saber de qué se tra-
ta, en parte porque la literatura conexa es
abundante, y además porque un verdadero
happening ocurre a veces sin que uno se en-
tere conscientemente, y casi siempre son
los mejores. [...] "
CORTÁZAR, Julio, La vuelta al día en ochenta mundos, Tomo II, Pág. 5, SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, Madrid, 1984.
"NOTA IRACUNDA: Como estas líneas no son un hen-
sayo herudito sobre los happenings, quiero simplemen-
te hinsinuarles a los hepígonos de Herasmo, Halfonso
Reyes y otros humanistas por el hestilo, que toda críti-
ca, burla, acción policial, tesis, trabajos forzados, corte
de melena, arenga en ateneos culturales o decretos
legislativos basados en los epifenómenos de la acti-
tud beatnik-underground-happening, son pura hipocre-
sía de líderes culturales en el acto de sentir que les
tiembla el parquet debajo de los botines. Que los hap-
penings, las exposiciones pop, las sesiones de destruc-
ción de objetos artísticos, sean en sí mismos contro-
versibles, inútiles, estúpidos, peligrosos o meramente
divertidos, lo que cuenta es su motivación consciente
o inconsciente, y por eso las reseñas serias tienen
buen cuidado de escamotearla o analizarla desde un
punto de vista limitadamente marxista o liberal o nazi
o zen, y reducirla casi siempre «protesta» o a «rei-
vindicación», lo que es cierto pero no nos lleva dema-
siado lejos. En la literatura latinoamericana sucede lo
mismo: el miedo frente a la novelística de los últimos
años se traduce en afiebrados ensayos interpretativos
en los que se hace lo imposible por meter en cintura
a los novelistas de ese terror necesario, ya sea por
vía de una astuta asimilación del estilo de «prolonga y
renueva la línea de un Rómulo Gallegos» (Variantes in-
finitas del falso elogio: «retorno a las fuentes» / «cos-
mopolitimo universalista» / «descenso al inconsciente»),
ya sea estrechando las filas de las sociedades de es-
critores y los tés de señoras, en enérgica reprobación
de estos caníbales de las letras que ya no respetan
nada. Desde luego la crítica al uso koincide kategóri-
camente en que se vive un decenio de sublevación
individual cuyas formas más grotescas suelen ser los
happenings de toda naturaleza, y esa misma crítica
no-vacila-en-reconocer que los artistas y los escritores
tienen razones sobradas para sublevarse contra los
hórdenes hestatuidos; pero a penas dicho y hasta elo-
giado todo eso, el crítico sigue viviendo como antes
y pensando como antes, en la vaga espera de una «evo-
lución» que aclare el horizonte, así como en materia
social se sigue esperando una «evolución» que lo me-
jore todo pero sin privarnos de la sirvienta y de la
casita de campo. Yo que escribo esto tampoco sé cam-
biar mi vida, también sigo casi como antes; muchos
de los protagonistas más empecinados de los hap-
penings no pasan de actores y agitadores que vuelven
a sus hábitos y hasta miran la TV. Quede así acla-
rado que no nos atribuyo mayor derecho a puntua-
lizar estas cosas, como no sea, quizá, de puntuali-
zarlas en las narices de muchos de los que las están
leyendo en este instante puede ayudar a otros a sen-
tirse menos solos, si necesitaban solidaridad y com-
pañia, o a sentirse más solos que nunca si prefieren
la soledad pero sabiendo, como lo dijo alguna vez
René Daumal, que también hay otros que están solos
como ellos y que la soledad de tantos (esto lo digo
yo) acabará un día con una hipócrita solidaridad
social que sólo da masas electorales, ejércitos de
robots, histerias colectivas de bobby-soxers, demago-
gia de teen-agers manejados entre bambalinas por
gangsters de la prensa y de las diversiones. Un hap-
pening es por lo menos un agujero en el presente;
bastaría mirar por esos huecos para entrever algo
menos insoportable que todo lo que cotidianamente
soportamos."
CORTÁZAR, Julio, La vuelta al día en ochenta mundos, Tomo II, Págs. 9-11, SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, Madrid, 1984.